El día 19 de marzo celebramos en Humada el cien cumpleaños de nuestra entrañable vecina Florentina Pérez, Floren para los amigos.
El acto consistió en un sencillo homenaje que congregó a un numeroso grupo de personas, familiares, amigos y conocidos del valle de Valdehumada.
Floren recibió así el homenaje que se merece por su sencillez, su amabilidad y su carácter afable y abierto a todas las personas, no en balde su casa es el centro de reunión social donde se congregan sus convecinos para jugar a las cartas o simplemente charlar un rato.
Este homenaje es una manifestación de agradecimiento a quien durante cien años, día a día, nos ha ofrecido el regalo de su existencia.
Recogemos los testimonios de dos personas que han querido expresar la admiración y el respeto que sienten por Floren.
El primer escrito es obra de Rebeca Calvo, quien convivió con nosotros durante parte de su infancia y adolescencia. Rebeca es autora de varias novelas en las que a menudo hace referencia a nuestro pueblo de Humada o a las personas con las que tuvo contacto a mediados del siglo pasado.
Éste es su artículo
PIEDRAS
Hay muchísimas clases de piedras, un geólogo podrá decirlas mejor que yo. No me refiero a las piedras que nos podemos encontrar andando por un camino, ni a esas piedras que siempre aparecen en alguna parte de nuestra vida. Acabo de venir de un pueblecito medio perdido en la vasta provincia de Burgos, llamado Humada, situado en el centro del valle que lleva su mismo nombre, aunque me he hospedado en otro pueblo cercano, Amaya. Los dos tienen en común estar situados en la ladera, a los pies de dos majestuosas peñas, La Peña Amaya y las Peñas Mazuela y Ulaña, también tienen en común que cuando era pequeña se metieron en mi corazón y, ahora que soy abuela, aún siguen conmigo. Frecuento demasiado poco esas peñas, pero cuando lo hago me transmiten una energía especial. No sé de qué clase de piedra están configuradas esas majestuosas peñas, estoy segura que ahondando mucho en ellas encontramos el sentido de muchas cosas. Simplemente mirándolas un rato se nota cómo el cuerpo se va llenando de una energía especial. Son peñas sabias que enseñan a vivir susurrando al corazón lo importante y lo que debes dejar atrás pero piensas indispensable en tu existencia. Son peñas alegres, cantarinas, como si hubieran recogido el alma de George Harrison y cantaran al sol que nace y nos acompaña aunque no nos demos cuenta. Son peñas transmitidoras de tranquilidad, de sosiego…, ya he dicho que son también energizantes del espíritu.
El viaje a Humada, que he realizado con mi prima y cuatro perros, ha tenido la finalidad de dar un beso a Florentina, vecina de Humada que ha cumplido cien esplendorosos años. No me extraña, viviendo al pie de la Peña Ulaña. Y la Mazuela, no hay que olvidarla. Las dos le han ido suministrando, poco a poco, la energía para vivir; la fuerza para resistir el día a día, sola, pues quedó viuda muy joven; la paciencia para no desesperarse en los momentos de absoluta soledad durante los crudos inviernos; la voluntad para levantarse todos los días y encender la cocina económica y hacerse las sopas de ajo que tanto le gustan desayunar.
Todo se lo han proporcionado las majestuosas deidades de las que está rodeada y que protegen el valle.
Rebeca Calvo
El texto que sigue a continuación ha sido escrito por de uno de sus familiares, su sobrino, Miguel Ángel Álvarez
UNA FLOR DE 100 AÑOS
Las personas germinamos en la vida, en edad y en acciones.
Para bien, para mal o para nada.
Nuestra alma es la guía de nuestras acciones, mucho más allá de nuestros pensamientos.
El alma de la Tía Florentina (Floren) nos guía en Valdehumada. La luz que resplandece de su interior se hace nítida y visible para todos.
Transmite PAZ y serenidad desde adentro. Y nos lo dejará en esencia para la posteridad.
Ha sabido sobreponerse a todos los golpes de la vida, y ha estado viviendo en su querida Humada desde siempre.
Mujer fuerte, inquebrantable, a la que todos queremos y que es un ejemplo para saber vivir con determinación los tiempos que nos toca vivir.
Que sepamos aprender de su legado.
Con todo el cariño, sin poder decir más palabras.
Te queremos, por siempre.
Tu familia, tu pueblo, tu comarca, tus gentes.
Miguel A. Álvarez
El siguiente vídeo es un resumen gráfico del acto de homenaje a Floren.