Su fundación puede remontarse a la repoblación de este sector del territorio castellano, que debió producirse hacia la segunda mitad del siglo IX. No obstante la primera mención data del 31 de mayo de 950, fecha quizá en la que el presbítero Belasco cede al monasterio de los Santos Cosme y Damián de Congosto, en Ordejón, mea paupertacula ab omni integritati (que el P. Serrano traduce como “granja”) … locum illo situ in territorio in villa que dicitur Fumata.
Posteriormente esta posesión se integraría en los dominios del Infantado (1) de Covarrubias. Al menos en el siglo XIII, según documentación que recoge el P. Berganza, el monasterio de Oña poseyó aquí algunas heredades, pues en 1224 su abad Muño arrienda a Santa María de Rocamador, de Hornillos, la granja de Humada y el oratorio de San Millán por cuatro maravedís (2), con la obligación además de hospedar a los monjes de Oña que pasaran por aquel priorato (3).
Un acuerdo similar llevan a cabo ambas casas religiosas en 1266, aunque en este caso el bien arrendado sólo es la granja de Humada y el montante anual de diez maravedís.
Pero la institución que ejerció mayor influencia sobre el lugar fue el Hospital del Rey de Burgos, desde que en 1211 Alfonso VIII le entregara la villa de y San Andrés de Humada entre otras.
Posteriormente, en 1221 Fernán González y su esposa venden al mismo hospital una tierra situada cerca de San Andrés de Humada y en 1229 Fernando III manda “que ninguno non sea ossado de cortar ni de romper en el monte de Fumada, de mio Hospital”. (¿será este el origen del término Montelrey entre Humada y San Martin?).
Estas posesiones y los correspondientes privilegios serán confirmados por el papa Gregorio IX en 1234 y la prohibición de cortar leñas y hacer roturaciones en el monte la corroborará Alfonso X en 1255. Finalmente, en 1266 Pedro Rodríguez cambia cinco tierras que tenía en Arroyal y otros lugares por la tierra que el hospital tenía en Humada.
Por estas mismas fechas de mediados del siglo XIII debió establecerse un pleito entre Oña y Hornillos por la iglesia de San Millán de Casasola, “en territorio de Las Humadas”, que se resolvió con una condena al priorato de Santa María de Rocamador a devolver a la abadía oniense tal iglesia.
Desgraciadamente sólo existe una breve regesta (4) del documento de sentencia, fechado en 1259, pero en 1276 consta un arrendamiento que el abad Pedro VI hace a un tal Gonzalo Martín de “La Fumada” de “la nuestra casa de San Millan de casa sola, con todos sus derechos e con todas sus pertenençias”. Según J. del Álamo el nombre del arrendatario fue raspado en el siglo XVIII y sustituido por “el conçeio et veçinos”.
En el Becerro de las Behetrías aparecen dos lugares con similar nombre, Fumada de la Behetría y Humada, ambas adscritas a la merindad de Villadiego. El primero de ellos, que tenía como naturales a don Pedro, hijo de Gonzalo Ruiz de Humada y a Gómez y Rodrigo Ruiz de Humada, debe identificarse, según G. Martínez Díez, con la actual Humada, llamada en el Libro de Préstamos del Obispado de Burgos, de 1515, Humada del Rey.
El otro lugar, llamado Humada, sin más, y que aparece como perteneciente a Santa María de Rocamador, según el mismo autor corresponde al actual San Martín de Humada y a otro barrio anejo ya desaparecido, San Pedro de Humada.
Parece ser en todo caso que bajo el topónimo Humada se encuadraban unos cuantos barrios, conformando una entidad constituida por pequeños núcleos, cada uno con su parroquia, de las que conocemos al menos los nombres de San Andrés, San Pedro, San Quirce, San Millán de Casasola, San Martín y San Miguel, de las cuales sólo han subsistido las dos últimas, correspondiendo la de San Miguel a la actual iglesia de Humada.
El Marqués de la Ensenada en su Catastro recoge en 1752 las declaraciones de sus pobladores en las respuestas generales que afirmaron pertenecer únicamente al rey, al que pagaban tributos, es decir, era lugar de realengo (5).
IGLESIA DE S. MIGUEL DE HUMADA
.
Sus habitantes celebran su fe en una iglesia, dedicada a San Miguel Arcángel, renacentista (6), de una nave y capilla lateral derecha con nervios y bóvedas de piedra y aleros moldurados (7).
El ábside (8) es poligonal con contrafuertes (9) en esquinas hasta el alero.
La portada es renacentista, alta, con pilastrones (10), arco de medio punto (11) con dovelas (12) decoradas e impostas (13) y frontón (14), bajo amplio pórtico cerrado, con puerta adintelada alta. Y la torre es cuadrada con remate de pináculos (15), cuatro huecos y dos campanas.
La pila es románica (16) con gallones (17), pie cilíndrico y base cuadrada con serpiente; y el retablo mayor es neoclásico (18), con buenos relieves reutilizados del siglo XVI.
Sus libros parroquiales, crónica cristiana del pueblo, dan comienzo en el año 1669.
VOCABULARIO
NOMBRE | SIGNIFICADO |
(1) INFANTADO | herencia que recibían las hijas solteras de los condes castellanos y de los reyes leoneses, una herencia compleja en la que se incluían una serie de monasterios con sus propiedades, siempre y cuando dichas mujeres cumplieran con unos requisitos impuestos por sus progenitores |
(2) MARAVEDI | el maravedí fue una antigua moneda española utilizada entre los siglos XII y XIV, que también fue empleada como unidad de cuenta |
(3) PRIORATO | territorio en que tiene jurisdicción un prior). |
(4) REGESTA | registro |
(5) REALENGO | Territorio que dependía directamente del rey y no pertenecía a la nobleza o la Iglesia. |
(6) RENACENTISTA, ESTILO | utilización de los órdenes clásicos (dórico, jónico, corintio), medidas matemáticas precisas para calcular la altura y la anchura para de esta forma alcanzar simetría, proporción y armonía. |
(7) MOLDURADOS | que contiene un elemento decorativo que consiste en un relieve o saliente de acusado componente longitudinal que conserva idéntico perfil en todo su trazado |
(8) ÁBSIDE | es la parte de la iglesia situada en la cabecera, que acoge la mesa de altar |
(9) CONTRAFUERTES | engrosamiento puntual en el lienzo de un muro, normalmente hacia el exterior, usado para transmitir las cargas transversales a la cimentación. |
(10)PILASTRONES | Pilastra muy gruesa Una pilastra es un elemento arquitectónico estructural vertical (pilar) incorporado a un muro, del que sobresale solo ligeramente. Su función puede ser estructural, de sujeción o meramente decorativa. |
(11)ARCO DE MEDIO PUNTO | arco que tiene la forma de una semicircunferencia. |
(12) DOVELAS | cada una de las piedras labradas en forma de cuña que componen un arco o bóveda. |
(13)IMPOSTAS | franja saliente de poco volumen, en la fachada de los edificios. |
(14)FRONTÓN | remate triangular o curvo de una fachada, un pórtico, una puerta o una ventana. |
(15)PINÁCULO | remate piramidal o cónico que en la arquitectura gótica cumple una doble función, estética y estructural. |
ESTILO ROMÁNICO | edificios solían ser sencillos y sólidos, iglesias en forma de cruz latina. El arco de medio unto era el elemento principal, sostenido por columnas / pilares adornados con temas religiosos. |
(16)PILA BAUTISMAL DE ESTILO ROMÁNICO | La pila bautismal, principalmente en la época paleocristiana y medieval, se tallaba a partir de un único bloque pétreo generalmente de arenisca o caliza. Normalmente en la pila se distingue en tres partes: la copa o vaso, el fuste y la basa. En algunas ocasiones pueden elevarse por medio de un pie o pedestal. Existen diferentes tipologías de copas: semiesféricas, octogonales, cilíndricas, troncocónicas, etc. Los fustes en su mayoría son cilíndricos y las basas y pedestales de forma cuadrada, circular o poligonal. La copa es la parte de mayores dimensiones de la pila y a su vez se divide en otras tres partes: borde superior, cenefa y la superficie inferior. Es la zona que tiene más presencia decorativa de motivos geométricos, vegetales y figurativos, pero siempre relacionado con la simbología cristiana del bautismo. Existen ejemplos de pilas bautismales de todos los estilos: Estilo románico (siglos XI-XIII d.C): |
(17) GALLONES | un adorno abultado a modo de «gajos» como de una naranja, sectores que suelen estar separados por nervaduras. |
(18)ESTILO NEOCLÁSICO | Se inspira en los monumentos de la antigüedad grecorromana. Concepto de belleza basado en la pureza de las líneas arquitectónicas, en la simetría y en las proporciones sujetas a las leyes de la medida y las matemáticas. Reacciona contra los efectos decorativos del barroco y el rococó. Gusto por la sencillez, con predominio de lo arquitectónico sobre lo decorativo. Emplea elementos básicos de la arquitectura clásica: columnas, ordenes dórico y jónico, frontones, bóvedas, cúpulas, etc. |